Reflexiones bíblicas motivadoras No hay más de un misterio



En IsaíFigura 53:5 se nos revela que «Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados».

A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en copia para que las disfrutemos (1 Ti 6:17).

Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra Confianza, confiando en Dios para darnos el valor necesario para confrontar cualquier situación.

Y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su Confianza con obras, su aprecio con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Cristo con una firme constancia.

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Por lo tanto, al reflexionar sobre la relevancia del sufrimiento de Cristo en nuestra Certidumbre cristiana, podemos tener en cuenta lo ulterior:

Figuraí comenzaremos con el origen bíblico del sufrimiento, y luego, daremos un vistazo a los lugares en la Escritura donde se aborda este problema más claramente. Ese es nuestro perfil para el resto de esta clase: el origen y la respuesta. ¡Comencemos!

En conclusión, los textos bíblicos del sufrimiento de Cristo nos permiten reflexionar sobre el inmenso apego y sacrificio que Jesús hizo por nosotros. A través de su sufrimiento en la cruz, él cargó con nuestros pecados y nos brindó la oportunidad de ser reconciliados con Dios. Estas narrativas nos invitan a distinguir la profundidad de su entrega y a estar en obligación por su redención.

Por cuanto permanecen fundados y firmes en la Certeza, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han audición, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del cielo (Col 1:23).

– Orar pidiendo fortaleza y confianza en Dios para enfrentar nuestros propios sufrimientos y dificultades.

Jesús nos da un ejemplo consumado al vencer en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valor como Hijo de Dios. Debemos seguir su ejemplo y ser firmes en nuestra Convicción, confiando en Dios para darnos el valor necesario para enfrentar cualquier situación.

Pero que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los capital del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan check here el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios.

El sufrimiento es todavía un momento de verdad. Todos hemos aprendido que cuando estamos en el dolor las relaciones emergen como son.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Nazareno, quien según su sobresaliente misericordia nos ha hecho manar de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Dios de entre los muertos (1 Pe 1:3).

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